Mi oficina queda en el centro neurálgico de la UdeC, a metros del campanil, por lo tanto, a la mano de todas las actividades que por estos lares acontencen.
Cada año el inicio de las clases en la Universidad me expone a una situación que no me agrada. A riesgo de parecer latera, cada día me incomodan más los mechoneos anuales, aunque más que el trato que a algunos les pueda parecer vejatorio, me molesta la falta de originalidad.

Cada año, indefectiblemente, es lo mismo... malos olores, ropa estropeada por un sinfin de materiales orgánicos putrefactos, ropa destruida por tijeras profanas que no piensan en cuánto le puede costar a alguien tener una polera o un pantalón... y el insoportable canturreo:

Somos, somos los mechones de la U;
somos, somos los mechones de la U...
somos, somos los mechones de la U,
de la U de Concepción

Son prácticamente dos semanas en que cada día, un par de veces, pasan desfilando por fuera de mi ventana estos pobres cabros... para ellos seguramente es novedad y hasta capaz que les guste... yo también disfruté mi mechoneo, pero para mi que lo veo año a año... uffff... ni les cuento.

Pero este año, ver a la gente de ¿enfermería? (tenían una jeringa de cartulina colgando del pecho, así que alguna de las carreras de la salud era) encabezar esta tropelía me chocó más que ningún año.

¿Es que ni siquiera ahora se les puede ocurrir alguna forma mejor de recibir a los mechones? ¿Por qué no hacer algo constructivo en vez de seguir manchando y destruyendo ropa? ¿No se han puesto a pensar que quizá alguno de estos mechones perdió su casa, a algún familiar, o quizá no tiene más que lo que anda trayendo puesto?

Es verdad que yo quería una fuerte dosis de normalidad. Pero si la normalidad es sinónimo de crueldad o de indiferencia, de no escuchar al de al lado, creo que ahora quiero algo de anormalidad

Etiquetas: 27 de febrero, Mechoneo, solidaridad, Terremoto

El sábado finalmente tuve el tiempo para recorrer el centro de Concepción y pude darme cuenta de la tremenda destrucción que dejó el "Terremoto del Bicentenario". Fue impresionante constatar que las calles que habitualmente recorría a la hora de almuerzo se habían transformado en depósitos de escombros. Que tantos lugares a los que mis ojos estaban acostumbrados, ahora eran un vacío.
Especial tristeza me dio ver el estado en que quedó el palacio Hirmas, que albergaba a la tienda Johnson's. Hace un tiempo había sobrevivido a un incendio, gracias a la aplaudida decisión de los dueños de la tienda de repararlo, respetando su líneas arquitectónicas, para preservar el patrimonio. No sé si ahora estarán dispuestos a volver a invertir en su reparación... si es que tiene opción de ser reparado.

Obviamente me dediqué a sacar fotos. Mi cámara está repleta de registros de destrucción... la calle Aurelio Manzano, la plaza de la Independencia con su fuente en el suelo, el palacio Hirmas, La Polar, etc., etc.

Me saturé. Hemos estado expuesto9s por más de tres semanas a pura desolación, lo que me llevó a decidir registrar -y compartir- la otra cara del Concepción Post Terremoto, aquella cara más amable, aquella que no sucumbió al tiritón de las placas subterráneas.

Y no se trata de cerrar los ojos a la tragedia, no se trata de decir aquí no ha pasado nada, estamos muy bien y no necesitamos la ayuda de nadie. No. Aquí se trata de enviar un mensaje de esperanza, de aportar a la reconstrucción con el ánimo de que no todo está perdido. De que los que están lejos vean que también hay cosas -y muchas- que siguen en pie. Hace unos días, cuando me encontré con el Clo y la Pía me dijeron que por todo lo que habían visto y escuchado, pensaban que encontrarían todo Conce en el suelo... y no es así... por eso ayer me dediqué a registrar los sectores que no sufrieron mayores daños. Probablemente muchos requerirán algún tipo de reparación. Otros quizá no... pero nos demuestran que somos una ciudad en pie.


Les envío un abrazo a todos los que de una u otra forma ayudan a que cada día haya más esperanza

http://www.facebook.com/album.php?aid=153652&id=852879721&l=a501fd79cf

Etiquetas: 27 de febrero, Concepción, Reconstrucción, Terremoto

Producto del reportaje de Informe Especial emitido el miércoles 3 de junio muchos de los "honorables" se sintieron ultrajados, violados, puestos en evidencia... pero hay que ser muy descarado para, más encima, tratar de culpar a los periodistas -que hicieron un excelente trabajo- de las faltas propias.

Diputado Errázuriz... hágase responsable de sus acciones u omisiones, y no venga a "echarle el caballo encima" a los periodistas. Al que le falta un cursito de ética es a usted. ¿Conoce usted el dicho "La justificación agrava la falta?

 

Etiquetas: diputados, ética, Informe Especial, TVN

Rafael Cavada no me cae bien... hoy me enteré que lo encontraron culpable de 4 cargos, entre los que figuran conducir en estado de ebriedad y lesiones a varias personas, entre ellos un hemofílico.