23 de abril de 2007
Patricio Manns en vivo...
No recuerdo cuándo fue que escuché por primera vez a Patricio Manns. Tampoco recuerdo qué fue primero, si la música o el libro, pero sí tengo la certeza de que me remonta a los primeros años de universidad y a amigos como Sergio y Karina.

De hecho, el único CD que tengo es uno que ellos me regalaron... y por muchos años sólo tuve un libro -también regalo de ambos- de él: Memorial de la Noche... un relato hermoso, estremecedor y perturbador por el realismo que se desprende de sus líneas. Más tarde pasó a formar parte de mi colección La vida privada de Emile Dubois, que tengo dedicado por su propia letra.


El viernes, a las 8 y media de la noche (aunque en realidad fue con una hora de atraso) se presentaba Patricio Manns y El Clan en la Sala 2 (ex-del teatro Universidad de Concepción) y por supuesto yo TENÍA que estar ahí, así que en cuanto lo supe corrí por mis entradas... aunque tuve que esperar hasta ese mismo viernes a mediodía para poder comprarlas.


Desde los primeros años de universidad, cuando "conocí" al Pato Manns que estaba esperando este momento, por eso estaba impaciente porque empezara el show. Y cuando presentaron a una tal Myriam Quiñonez, que abriría espectáculo... casi casi me pongo a pifiar.

Por suerte no lo hice... que maravillosa voz de esta mujer, joven, trovadora peruana, que incluso contó que había cantado con Silvio Rodríguez cuando se presentó en Perú. Tenía contemplado interpretar dos temas pero no la dejamos... debió improvisar un tercero... y yo habría pagado por escuchar más. Realmente un buen descubrimiento.


Luego vino el plato fuerte y tengo que reconocer que no era lo que esperaba. Quizá de tanto escuchar mi CD, que también es de una presentación en vivo, mis expectativas eran diferentes. No hay duda de que el talento de Manns está en las palabras, pero en el escenario ... ufff ... era como ver... no sé... un elefante en medio de un equipo de nado sincronizado... jajajajaja; y lo digo en la mejor onda. No piensen que salí decepcionada, para nada. Pero se nota que el manejo escénico no es lo de Pato Manns. Y en calidad vocal también se nota que el tiempo avanza. Clave y vital para él es el apoyo que le presta El Clan... maravillosos ellos, aunque el bajo me desconcertó... entre las guitarras y la percusión, flauta, pandero y demases... como que el bajo (visualmente por supuesto, musicalmente estaba muy bien) no cuadraba.


A lo mejor el problema es que después de ver a Quelentaro en vivo nada puede alcanzar ese nivel de potencia... si parece que el escenario les quedara chico, que la guitarra no bastara, que el taco de la bota fuera insuficiente, que el cuerpo mismo no les diera abasto. Son gigantes.


Pero las mariposas igual revolotearon en mi guatita mientras escuchaba y cantaba a pulmón Arriba en la Cordillera, y cuando trataba de seguir Balada de los Amantes del Camino de Taverney, o con la emoción de La canción que te debo.


Era un espectáculo que me debía, y me lo cumplí

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Escrito por CarpeDiem a las 14:28 | Permalink |


1 Comentarios:


  • 24 abril, 2007 10:37, Anonymous Anónimo

    Hola Caro:
    Claro que me acuerdo del Memorial de la noche, es uno de los preferidos de Sergio, y tengo que confesar que fue su elección, yo estaba por algo de Bukowski pero a Sergio le dio por el Pato Mans, me alegro muucho de no haberme puesto odiosa.
    En cuanto a la calidad vocal y esénica del Pato, a mi me pasó exactamente lo mismo la primera vez que lo oí. Con la primera canción en vivo me anduve bajoneando, pero no me duró mucho. En realida el tipo tiene el don de manejar el lenguaje de una manera extraordinaria, sus metáforas son espectaculares, piensa nada más en el "la Balada de los amantes del camino de Tabernay" lo dice todo, pero todo todo, de una manera increible.
    Para mi gusto el tipo es un genio, lástima que tanto carrete y tanto copete le hayan mermado la parte vocal y física ¿qué quieres que te diga? cuando joven era el medio gallo, guapísimo.